Ousouye
miércoles, 26 de agosto de 2009
Senegal 2009
Este ha sido mi segundo viaje a Senegal en moto, ida y vuelta. Ha sido un viaje largo (9,000 km), pero sobre todo intenso en lo interior.
Intentaré transmitir esas sensaciones, más que un diario tipo " me levanté, comí, dormí, etc"...
De todas formas informaré de datos útiles para otros viajeros.
Vamos al tema:
VIERNES 7 DE AGOSTO
Es el día en el que te pones en marcha después de semanas de preparativos, ¿llevaré las herramientas necesarias, la ropa, las medicinas...?
Menos mal que la compañía de algunos ceteros me sirvió para soltar esa ansiedad y comenzar el viaje más relajado. Gracias, Pedro, Miguel y aquellos que de alguna manera estaban conmigo en el ferry de Tarifa a Tanger.
Ese día conoci a unos moteros italianos camino de Merzouga y a otro catalán en El-Jadida, era su primer viaje a Marruecos y estaba flipando...
Enlace de autopista sin complicación, cuidado con los radares de la circunvalación de Rabat.
El hotel Royal estaba lleno, me fuí al Bruxelles, más cutre, pero limpio y con garaje.
SÁBADO 8
Busco Agadir por Chichaoua, el último tramo, en obras y con un calor sofocante se ma hace largo.
De Tiznit, a Aglou Plage para recorrer la costa hasta Sidi Ifni. Me paro a tomar un té en Legzira.
El ambiente familiar conocido en El Suerte Loca sería el último sitio conocido antes de entrar en el Sáhara.
DOMINGO 9
Comienzan los controles militares, la gasolina a 60 cm, y los paisajes de Oueds, acantilados, dunas. Para nada monótono. Una cocacola en El-Ouatia (Tan-Tan Plage). Comida de lubinas en Tarfaya, frente a Casamar, una construcción de piedra dentro de la bahía. Por lo visto un excéntrico inglés gastó una fortuna en hacer traer en caravanas de dromedarios las piedras desde Smara...
También hay un museo del piloto-escritor St-Exupery (el del principito), pero estaba cerrado.
Por lo visto Tarfaya era escala de los aviones del servicio postal francés de los años 30.
Después de comer, decido adelantar un poco y dormir en El-Aayoun, pero es una ciudad grande y que no me gustaba, por lo que termino en Boujador, donde encuentro un hotel nuevo por muy buen precio (10€)
LUNES 10
Como cada día, cargo la moto, limpio, compruebo y engraso la cadena. Miro el agua y el aceite y vacío el famoso tubito de agua sucia.
Como había repostado en El-Aayoun, y me había encontrado gasolineras cada 100 km, más o menos, salgo de Boujador sin rellenar... CAGADA.
A unos 150 km, un pueblo con gasolinera, menos mal, me paro y me dicen que se ha terminado...
Llevo hechos unos 300 km y faltan unos 160 hasta la entrada de la península de Dakhla...
Menos mal que el viento sopla fuerte a favor. Me encuentro otro gasolinera igual de vacía. Los 4x4 españoles con vacaciones en Agosto han dejado secos los surtidores.
Inevitablemente empiezas a tener pensamientos negativos del tipo ¿Qué pasaría si me quedo sin gasofa aqué en medio de ninguna parte...?
Llevo dos botellas de agua, y de vez en cuando pasan coches y camiones, creo que sobreviviría.
Pero el enfado conmigo mismo ya lo llevaba por confiado.
Llego al cruce de Dakhla en reserva y con el ojete bastante encogido. Lleno, me relajo y entro en la península, con el espectáculo de los Kite-surfers como fondo.
Me quedo en el "hotel" Mijak, muy barato, pero caro para lo que ofrece. No recomendable.
MARTES 11
Comienza la movida de verdad. Lleno depósito y Jerrycan de 5 L. Desayuno y relleno en El Barbas, última gasolinera a 80 km de la frontera.
Llego al puesto de Bir-Guendouz y salgo del Sáhara Marroquí.
Los famosos 4 km de tierra de nadie, con coches y camiones quemados, arena, piedras, mauritanos listos para "ayudarte"... y dicen que minas del Polisario.
Cojo el peor de los caminos posibles y tengo que remar para no quedarme atascado varias veces en la fina arena...
Llego sudando como un pollo al puesto fronterizo mauritano. Me hacen entrar en una habitación unos militares y cierran la puerta (mal rollo).
Toman nota de los datos del pasaporte y de la moto y el tipo me pide 10€. Le pregunto si es el visado y me dice que sí, se los doy, pero no escribe nada en el pasaporte ¿¿?? Primera mordida nada más llegar.
Salgo bastante cabreado y me dirigen al puesto de la policía, donde me vuelven a pedir pasaporte y permiso de circulación y 20€...
Me sale la vena irónica y le digo al policía que Qué raro, que ya he pagado 10€ por el visado de entrada...
El oficial al mando oye la conversación, coje mis papeles, se los guarda y me dice que si es verdad lo que digo, que vuelva y reclame mi dinero, que me han robado, y que si no lo hacen, él personalmente llamaría no se donde...
CAGADA: Intento suavizar el tema diciéndole que no quiero problemas, pero me dice que el problema es que hay ladrones con uniforme y turistas que pagan sin rechistar. Que vaya!
Allá que voy yo, de vuelta al control militar, a por la misión imposible. Para darme moral, un buscavidas local, me dice susurrando que no lo haga, que los militares son peligrosos...
Llego al puesto militar y están todos comiendo de la misma paellera, incluido el chorizo que me robó y el oficial al mando.
Intentando ser lo más cortés posible, les deseo buen provecho y les informo que ha habido unerror, y que los 10€ de visa que he pagado, los debo abonar a la policía, y además son 20!!!
Los 8 militares me miran incrédulos, pensando este tío, o bien es imbécil ó nos esta vacilando a todos. El oficial, termina de comer, se levanta, llama al que me robó y le dice que me devuelva la pasta. Me tiemblan las piernas mientras que salgo de allí con todos mirándome.
Al llegar al puesto de la policía, me recibe el jefe como un héroe que ha salvado la dignidad de su país, los demás policías me hacen señales de respeto y admiración...
Días más tarde me enteraría de enfrentamientos armados en Nouakchott entre la policía y el ejército (espero que yo no tuviese nada que ver).
Paso la aduana, hago el seguro obligatorio (no vale la carta verde) y me voy a Nouadibou a comer al Hogar canario, donde conocería al grupo de Guardias Civiles que hacen el trabajo de vigilancia de cayucos.
Me relajo con ellos y salimos a cenar a un italiano con una camarera de lo más sujerente. Mojitos, copas, y a la piltra.
MIÉRCOLES 12
El día D, hay que dejar la costa y meterse 500 km por el interior del Sáhara hasta llegar a Nouadibou. Se supone que en medio hay una gasolinera, pero sin garantía de servicio.
Salgo al alba, relleno depósito y bidón, y compro 3 botellas de agua. Grata sorpresa respecto a mi anterior viaje, al borde de la carretera han proliferado poblados, albergues, y asentamientos, por lo que te ves más "arropado" en caso de necesidad, eso no quita algunos tramos de 60-80 km sin ver un alma.
Llego a la gasolinera, y Hay Gasolina!!, descanso un rato y desayuno. Continuo sin problema hasta Nouakchott, donde debería ampliar el visado para poder entrar y salir más de una vez del pais.
Me encuentro la ciudad anegada después de una noche de fuertes tormentas. Si normalmente el tráfico es caótico, imaginad con las calles embarradas y los niños bañandose en los charcos...
Decido continuar hace Rosso, postponiendo el problema del visado (CAGADA).
Luego aprendería que hay que anticiparse a los problemas, y no ocultar su realidad...
Al sur de Nouakchott, empieza el Sahel, un paisaje de dunas anaranjadas, con acacias y verde yerba, unos contrastes muy bonitos.
Sabía por propia experiencia lo que era la frontera de Rosso, pero buscar la pista de la presa de Diama yo sólo, no me parecía una opción sensata.
Llego a Rosso sobre las 16,00 h, me abren la cancela de entrada al embarcadero, como al que abren los toriles para que empiece la fiesta nacional mauritana...
Me recibe el colega de turno diciéndome que me va a ayudar a todo, que no me preocupe y tenga miedo y sobre todo, que no hable con nadie ¿¿??
Paso de él y aparco la moto en la cola del embarcadero, el último de una larga fila de coches, 4x4, camiones y animales.
Un oficial de la policía se viene para mí, me pide pasaporte, carta gris (permiso de circulación), carnet de conducir y el papel de importación temporal que me hicieron en la frontera norte.
Me dice que él manda allí y que lo va a arreglar todo para mí...
No tengo otra opción que aceptar. A la hora, viene con el pasaporte sellado, el billete del barco, un recibo por gestiones varias y un seguro para Senegal, total unos 40€, que pago como un capullo, sin discutir (se supone que para salir de Mauritania, lo único obligatorio es comprar el billete de barco).
El ferry es pequeño y las peleas por embarcar primero se suceden, sobre todo porque los turistas europeos pagamos para colarnos de los demás...
A mí me dejan para el final, y cuando el barco está lleno de coches, entro en el último instante en la compuerta trasera, al mismo tiempo que sale el barco...
Un minuto de paz, viendo el atardecer sobre el río Senegal, pero lo peor estaba en la otra orilla...
Nada más atracar de nuevo, se suben los "buscavidas" senegaleses y empiezan una lucha para captar clientes, peleándose con los "buscavidas" mauritanos (con más mala leche y más necesidad).
Intento enterarme de qué hay que hacer para salir de aquel infierno por las buenas: básicamente, sellar la entrada en el pasaporte, hacer un Carnet de Passavant para el vehículo y un seguro válido (el que me hicieron en la orilla mauritana era un timo, no vale).
El pasaporte logro sellarlo en un par de horas, y pagando, pero lo del carnet de Passavant, es más difícil, hay gente que lleva 6 horas esperando.
Cambio el chip, me relajo, entrego la documentación al machaca y me voy con una familia de madrileños a tomar unas cervezas. Evidentemente se va a hacer de noche, la situación es de caos y no debo marcharme sin el dichoso papelito.
A la vuelta, hago el seguro bueno, cambio CFA´s y me siento a esperar. Sobre las 22,30 h milagrósamente salen mis papeles con el famoso Carnet de Passavant. 6 horas y media para entrar en Senegal y unos 60€ menos en el bolsillo.
Me voy a dormir a Richard Toll, un tranquilo pueblo a orillas del río Senegal, donde de verdad empezaría mi semana de viaje por Senegal.
El "enlace" ha durado 6 días y un cansancio físico y psicológico importante, pero tengo la moral alta para disfrutar del resto del viaje.
JUEVES 13
Comienza el espectáculo. Ayer llegué de noche al hotel, por lo que no vi muy bien dónde estaba.
Por la mañana me sitúo. Estoy a la orilla del río Senegal, que va a tope. Desayuno y salgo hacia Matam, en la carretera que circula junto al río y que marca la frontera con Mauritania.
Lo primero que notas al cruzar los pueblos es que rebosan de vida. Hay mercadillos por todos lados y las mujeres lucen unas túnicas estampadas y pañuelos en la cabeza que te recuerdas que estás en el África negra.
Hay una mejora en el nivel de vida respecto a Mauritania, incluso se ven algunos scooters y motos de 125 cc. Llama la atención las tiendas de Orange (telefonía), por muy pequeña que sea la aldea.
La carretera tiene muchos agujeros, y la matrícula intenta desertar, por lo que tengo que hacer una cura de urgencia para no perderla.
Llego a Matam a medio día, cojo una habitación con aire acondicionado y hago la colada.
Después de la siesta me doy una vuelta por el pueblo y el río, y veo un rato un partido de fútbol local. Cuando digo que soy de Sevilla, siempre me contestan "Freddy Kanoute !!"
VIERNES 14
A partir de Matam, apenas hay tráfico en la carretera, y la vegetación va en aumento. Empiezo a pasar por aldeas sin tendido eléctrico, ni coches. Veo a las mujeres lavando la ropa en los arroyos y los niños bañándose donde pueden.
Los primeros baobabs, que son esos árboles gigantes que parecen boca abajo cuando no tienen hojas. Reposto en Bakel, un bonito pueblo con arquitectura de la época colonial francesa y con unas vistas al río espectaculares.
El tramo de Bakel a Kidira (pueblo fronterizo con Mali), es de lo más exótico, me encuentro varias veces mujeres con el torso desnudo lavando alegremente en los ríos.
Una grán diferencia con Marruecos es que en Senegal hay cerveza y que las mujeres no están ocultas, sino que se dejan ver con alegría...
En el tramo a Tambacounda, me para la policía y me cuenta el tipo, que él tiene una Yamaha 125 con la bomba de gasolina rota, que si yo le puedo dar una...
En general las motos despiertan simpatía por donde pasan, y no cuesta nada saludar a los niños al pasar.
Llego a Tamba y no hay gasofa, sigo hasta el campamento de Wassadou. Me han dicho que antes de entrar en el parque de Niokolo Koba, en Dialakoto, puedo encontrarla.
SÁBADO 15
El campamento de Wassadou es de esos sitios de los que te encuentras como en tu casa nada más llegar. El recibimiento es exquisito, el personal muy cercano y las vistas del río Gambia acojonantes.
Más info en: http://www.niokolo.com/
Por la mañana, Omar, el encargado, insiste en que reposte en Dialakoto, ya que hasta Kedougou no tendré otra opción (unos 150 km). Se supone que en este parque hay hienas, chacales, incluso leones y panteras, por lo que no es buen sitio para quedarse tirado.
La estación de servicio de Dialakoto es la tienda de ultramarinos y de todo. Me sirven gasofa de garrafón. Estoy a punto de preguntar si es "sin plomo", pero antes de hacer el ridículo, me muerdo la lengua.
A la hora de pagar, un 30% más cara, hago un tímido intento de negociar, pero el gasolinero me dice que ellos tienen que ir a Tamba a comprarla...
Cuando estoy listo para marchar, el cielo se vuelve gris plomizo y empieza a soplar un fuerte viento. El gasolinero me avisa: Va a llover. Pero yo, muy chulito, le digo que no importa, que me mojaré... CAGADA.
En los 10 km escasos hasta Dar Salam, en la entrada del parque, me cae toda el agua del mundo, empapándome hasta los huesos. Visibilidad casi nula, y ramas y hojas por todos lados. Imposible circular.
Me refugio en un modesto campamento a esperar que amaine el temporal, lo cual no hizo hasta las 17,00 h de forma definitiva.
Tengo 2 horas de luz para llegar a Mako.
NIOKOLO KOBA después de la tormenta es impresionante. Veo facóqueros, babuinos a cientos tomando el sol en la carretera y pájaron de todas clases.
La moto no va fina, está claro que la gasofa tenía más agua que otra cosa.
Llego a Mako en pleno mercadillo, un pueblo sin una sola construcción moderna, la gente arreglada con todo el colorido, el río Gambia poderoso. Me tomo unos zumos y algo de fruta que compro en el mercadillo y pregunto por el campamento de Badian, un campamento solidario con fines sociales y de iniciativa española:
www.campamentos-solidarios.org/badian.htm
Aquí vive Tarzán, en plena selva, junto al río Gambia. Veo los hipopótamos a 200 m de las chozas. El personal super-amable. No hay luz eléctrica (lámparas de aceite). En la tienda central, que hace de comedor hay un grán arbol con monos patas-verdes que bajan a quitarte el pan.
Viene el gerente con su moto de 125 y me explica la filosofía del campamento. Por la mañana, la enfermera me enseña orgullosa el dispensario y la labor que hacen de cobertura médica a 8 pueblos de la zona, gracias a los campamentos solidarios.
DOMINGO 16
Por la noche me habían contado que ya que tenía que ir a Kedougou a repostar, podía ir a ver la cascada sagrada de Dindefelo, en el país Bassari.
Esta cascada se encuentra en las montañas que hacen frontera con Guinea. La pista está mal, pero en moto, me dicen que sin problema.
Llego a Kedougou y voy al hotel Bedik para reservar una habitación y sobre todo para informarme mejor de la pista (y para que sepan que voy a hacer el camino sólo).
Me encuentro con una familia de catalanes que han contratado la excursión desde España, en un 4x4. Me invitan a que les acompañe, pero el chofer-guía, me pide 30€. Lo mando a paseo y me voy en la moto.
En realidad son unos 50 km de ida y otros de vuelta, pero salvo los 10 primeros, de una pista ancha de laterita, el resto es un sendero lleno de charcos y pozas de barro.
Afortunadamente, el barro este rojo, no es el pegajoso de la vega...
Tras una hora de pista, a través de la selva, llego a Dindefelo, donde hay que seguir a pié el último tramo (se supone que la cascada es sagrada). Empiezo sólo, pero cuando llevo 10 minutos, acepto los servicios de un guía local, ya que aquello cada vez está más tupido y se oyen y ven más bichos por todos lados.
Unos 25 minutos de pista (se agradece caminar) y se llega a uno de esos paisajes de Tomb Ryder, donde Lara Croft se tira de cabeza a la poza de aguas cristalinas.
El salto de agua tiene más de 100 m, la pared de piedra negra cortada en vertical y la vegetación exuberante. No llevo bañador, pero el baño no hay quien me lo quite. Memorable. El agua de la poza, fresca, la que cae del cielo, templada...
A la vuelta voy tan eufórico que me confío y en una zona de barro con varias salidas, dudo demasiado y se me va la rueda delantera, aporrizando sobre la maleta izquierda.
Nada grave, pero un toque de atención. Los montañeros saben que la meta no es la cima, sino el campamento base.
Empiezan a desarrollarse nubes gordas, por lo que decido volver a Wassadou antes de que se haga de noche, para adelantar el enlace del día siguiente.
Aquí teneis algunas fotos:
http://s200.photobucket.com/albums/aa150/Ousouye/Senegal%2009/?albumview=slideshow
LUNES 17
En principio iba a ser un tranquilo día de enlace entre Tamba y la costa al sur de Dakar, a unos 500 km, por la carretera N-1...
Esta es la peor carretera que he visto en mi vida, parece como si la hubieran bombardeado, y los coches en ambos sentidos haces eses continuamente para evitar los socavones-trincheras.
Algunos tramos, te desvían por un camino alternativo durante kms, pero el suelo está duro y coarrugado del paso de los camiones, de manera que se te caen los empastes...
A partir de Kaolak ya está razonablemente bien, y el trozo de carretera costera entre Mbour y Joal-Fadiout es muy agradable. A esta zona la llaman la Petit Coste, y es donde se concentra el turismo de sol y playa.
La carretera termina en Joal, donde empieza el parque del delta de Saloum. Llego al hotel, con piscina y playa privada y me instalo.
Después de la siesta bajo al pueblo y visito el centro social Fuenlabrada, una iniciativa de arquitectos sin fronteras para el hermanamiento entre los dos pueblos, con guardería, internet, etc.
Más info en : http://joalfad.blogspot.com/
Al atardecer el espectáculo está en el puerto, donde llegan las pinazas cargadas de pescado.
MARTES 18
Después de desayunar llamo al consulado Mauritano en Dakar y me confirman que ya no hacen visados de entrada en Rosso, por lo que tengo que ir a Dakar a hacerlo.
Siempre intento evitar las grandes ciudades, con sus atascos y sus prisas, pero esta vez no tengo más remedio. Hasta llegar al centro de Dakar, kms de atascos y tráfico caótico.
Por fín llego al consulado, donde entrego fotocopia del pasaporte, dos fotos y por la tarde recojo el pasaporte con el nuevo visado. Aprovecho para dar una vuelta por el centro a la hora de la comida, con menos tráfico.
Aunque tenía previsto acercarme al lago rosa, son las 17,00 h cuando decido salir de Dakar y su contaminación y pongo rumbo a St-Louis.
St-Louis es el regalo de fín de viaje por Senegal. Es la antigua capital del África occtal francesa, y guarda todo el encanto de una pequeña ciudad colonial con un aire decadente, pero vivo.
Nada más cruzar el puente de hierro con tablas de madera en el suelo (contruido por Eiffel), te encuentras en la isla de St-Louis y con el mítico hotel de La Poste, donde se hospedaban los pilotos de Air France (entre otros St-Exupery).
Allí nos encontramos varios viajeros en moto:
Frederic, un francés con su Africa Twin 650, Andrea y Laura, una pareja italiana con su KTM 990S, momentos antes de yo llegar, habían salido hacia la frontera de Diama dos marroquís en una Dominator.
Hacemos cónclave para ver la mejor forma de volver y coincidimos en evitar el infierno de Rosso, por lo que probaríamos la pista de Diama, aunque algunos decían que estaba inundada, otros bien...
El problema es que los italianos no han recibido el visado, y lo esperan a lo largo del día siguiente.
Acordamos esperarlos hasta mediodía.
MIÉRCOLES 19
Aprovecho la mañana para pasear por la ciudad y a medio día el francés y yo salimos hacia la frontera de Diama. Increiblemente tranquila, en media hora hemos pasado a Mauritania.
La pista no presenta dificultad, y el paisaje es un poco apocalíptico, ya que están quemando los cañaverales y a veces las llamas llegan a la pista.
El punto surrealista llegó cuando circulando en medio de la nada, dos soldados me dan el alto fusil en mano, me detengo, le suena el móvil, lo abre, y me dice: Es para usted.
¿¿¿¿ ????
Los treinta segundos que tardo en quitarme el casco para contestar a esa llamada, me dan lugar para hacer 1000 conjeturas, a cual más absurda...
Contesto: Allô ?
Me sale un tipo en francés muy correcto informándome de que hemos entrado en no se que espacio protegido y que está prohibida la circulación de vehículos a motor, excepto si contribuimos a la conservación del parque con unos 5 € por moto.
Increible pero cierto.
Terminamos los 75 km de pista y llegamos a la carretera de Nouakchott. Sin mayor problemas nos vamos a un albergue que conoce Fred, el Sáhara, un peculiar punto de encuentro entre mochileros y viajeros low-coste.
Allí nos encontramos a los marroquís de la Domi, que están gestionando un camión de un primo que vuelve hacia Agadir vacío, para que les lleve la moto.
El francés se apunta al tema, está cansado y tuvo una mala experiencia en el camino de ida (golpe de calor). Recibo un SMS de los italianos para hacer la etapa hasta la frontera norte juntos a la mañana siguiente.
En la torre de babel que era el Sáhara, conozco a Benoit, un mochilero francés que acaba de comprar un burro en el mercado de Nouakchott para recorrer África en burro... (Hay gente pa tó).
JUEVES 20
A las 8,30 h ya están en la puerta los italianos, verdaderos zorros del desierto, han recorrido en otros viajes moteros, Siria, Jordania, Algeria, Libia, Túnez y Marruecos. Gente simpática, modesta y muy bien preparada.
En una jornada tranquila, cruzamos el interior del desierto, salimos de Mauritania y nos quedamos a dormir en el complejo El Barbas, a unos 80 km de la frontera.
VIERNES, SÁBADO, DOMINGO Y LUNES
El Aayoun, Sidi Ifni, El Jadida, Alcalá de Guadaira.
Retorno tranquilo y sin incidentes, evitando el síndrome del caballo desbocado al ver la cuadra...
Objetivo cumplido, hacer un viaje a Senegal pausado, nada de llegar, tocar y volver.
Para gente que no tenga tantos días (al final han sid, sólo, 18 días). Existe la opción de volar y alquilar moto. También hay un ferry desde Dakar, dos días por semana a Ziguinchor, para visitar la Casamance.
En definitiva, Senegal es un país exótico, pero seguro, ideal para conocerlo desde la moto y con unas gentes amables y simpáticas. Recomendable 100% como primer país del África negra.
¿El próximo destino?
Probablemente Mali, la fecha ¿quien sabe?
Gracias a todos mis amigos, de dentro y fuera del CTA, por el apoyo y el calor que he recibido antes, durante y después del viaje.
En especial, a mi mujer y a mis hijos por creer en mí y estar ahí.
F&H
domingo, 19 de agosto de 2007
Escocia 2007
Día D, 8 de la mañana
Por fín salgo de viaje, después de mucho tiempo planeándolo, hacia un destino lejano, con mi querida Panadero, sin paquete y sin otros compañeros a los que tener que esperar, vigilar, ó a los que hacer que te esperen o se preocupen por mí cuando me da por perderme un rato sólo.
Curiosamente, llueve en Sevilla, espero que no sea una premonición de lo que me espera. La lluvia en la carretera nunca me ha gustado, pero al elegir Escocia como destino, tengo claro que me voy a hartar.
La ruta de la plata es casi todo autovía, con lo que a las 12,30 h. ya estoy en Salamanca. Una vez me desvío hacia Valladolid, Palencia, empiezo a tener hambre y me desvío a un pequeño pueblo, donde me paro en una tienda de ultramarinos: Bocata de melva, lata de coca-cola y sigo en ruta.
Me sorprendo de lo rápido que entro en Álava, de lo verde del paisaje del País Vasco y de las estupendas carreteras que hay para ir en moto.
A las 17,00 h. estoy en el camping de Zarautz, situado en una colina junto al pueblo, sobre los acantilados y con unas vistas espléndidas. Primera etapa terminada: 950 Km.
Monto la tienda, me ducho y me paso la tarde viendo a los parapentistas, a los pilotos en tierra volando los veleros y cometas, etc.
Cena en el bar del camping (muy animado) y a la piltra.
Después de recoger la tienda y guardar las cosas, emprendo la ruta. Cruzo la frontera y pongo rumbo norte por la autopista. Las Landas son un aburrimiento, una recta de 200 Km, pero lo peor venía después: atasco monumental cerca de Burdeos, estoy en reserva y no encuentro ningún area de servicio...
Por fín hay una, me desvío, hago una cola enorme para repostar y me encuentro con un surtidor en el que además de echarte tú la gasofa, tienes que pagar en él.
Me dice que mi tarjeta no vale... La otra tampoco, su p.m. Cambio de surtidor, otra cola...
Igual... me empiezo a poner nervioso ¿Que hago? No se puede pagar en efectivo.
Decido irme a un pueblo cercano, con las prisas y el mosqueo, dejo la cremallera de la bolsa sobredepósito abierta y en plena autopista, con 3 carriles a tope de coches a 100 Km/h, la tarjeta MasterCard del Santander sale volando.
Me dí cuenta por el rabillo del ojo, pero a pesar de que paré y la busqué, no la encontré.
Moraleja: Cuando una situación se pone chunga, hay muchas posibilidades de que empeore rápidamente. Hay que mantener la calma y dejar las prisas y los nervios aparte.
Con 370 Km en el trip, llego a una gasolinera de pueblo, anulo la tarjeta y me tomo un café olé tranquilo.
A partir de Niort, dirección Nantes, la autopista vacía. Llego al camping de St. Michel, monto la tienda y salgo a tomar algo al pub del pueblo, St. Marçan, donde charlo un rato con unos ingleses muy simpáticos.
2ª etapa terminada, según plan previsto: 814 Km.
3er día de viaje.
Salgo dirección los acantilados de Etretat, una visita rápida al pueblo y rumbo a Calais.
De cabeza al Eurotunel, una maravilla, sin bajarte de la moto compras el billete y en media hora estás al otro lado (100€ moto y persona). En barco es más barato (y más lento).
Salgo del tren y vuelta al caos de Burdeos, pero además conduciendo por la izquierda...
Autopista de 3 carriles hacia London, circunvalo por la S30 (London Orbital) y pongo rumbo norte, se me hace de noche y decido buscar camping antes de lo previsto, pongo a trabajar los POI´s que había cargado en el Garmin, pero nada, así que decido dormir en un hotel de pueblo en Thirsk (cerca de Leeds).
Me pego un baño para relajarme después de 1.090 Km.
Mañana empieza el viaje de verdad y termina este "pequeño" enlace.
DIA D + 4. EMPIEZA EL ESPECTÁCULO
Me levanto temprano, miro por la ventana y llueve tela...
Desayuno en el comedor y me visto con el traje de agua, preparado para la mojada.
Salgo del pueblo rumbo a Glasgow para buscar el lago Lomond, ya en Escocia.
La carretera que bordea el lago es estrecha, junto a una montaña y por el mismo borde del lago, entre nubes, las cataratas caen sobre la carretera, hay muchos vados que pasar en la misma carretera y el agua te cae por todos lados.
Los árboles tapan la carretera y a las 13,00 h parece casi de noche, ir enlazando curvas, adelantado coches por la derecha y vadeando ríos mientras los coches que cruzaban me empapaban más si cabe, supuso una experiencia única. En ciertos tramos el asfalto era rojo, y la lluvia hacía más espectacular y dramático el viaje.
Subo un pequeño puerto de montaña y en el collado, deja de llover y veo el Valle de Coe (Glen Coe) en toda su inmensidad, con una gama de colores alucinante. Flipo más.
En este valle de origen glaciar hay muchos caminos a izquierda y derecha para explorar ideales para una moto trail con tacos. Las vistas son impresionantes.
Llego a Fort William, me meto en un McDonalds y busco el camping del pueblo, a 2 millas. Se llama Glen Nevis, y era la guinda de día.
Monto la tienda (lloviendo) y observo que los niños juegan como si nada, así que me ducho y me voy de paseo con una hermosa tarde de fina lluvia lateral. Me acuerdo de Juampe y de la peli de Braveheart y no me puedo aguantar las ganas de llamarlo para compartir el momento.
Para colmo, a modo de regalo, para de llover y sale un hermoso arcoiris que me deja fuera de juego...
Me levanto temprano, me hago un colacao y me como un plumcake y unos cereales dentro de la tienda. Recojo y salgo para el lago Ness, sabiendo que era imposible superar lo del día anterior.
Bonita carretera hasta Inverness, pero con muchos autobuses de turistas y autocaravanas. Nada especial.
Me paro a comer en unas cataratas cerca de Garve, sin haber decidido si ir hacia la isla de Skye (que ya conozco) ó ir hacia el norte.
Como lo desconocido siempre me ha atraido, decido ir hacia el Norte, dirección Ullapool, que resultaría ser un tranquilo pueblo de marineros, muy bonito.
Lo mejor de este trayecto es la carretera, ancha, bien señalizada y lleeeeena de curvas rápidas con paisajes de cine. Unos 40 Km para flipar en plan deportivo, y sin apenas tráfico.
El trayecto desde Ullapool hasta Durness, en la costa Noroccidental de Escocia, es el viaje más bonito que he hecho en mi vida de motero. Se cruzan lagos, bahías, bosques, collados, puertos de montaña ... para repetirlo cada domingo...
Encima tengo la suerte de que el día cada vez está más despejado y la temperatura es ideal para ir en moto.
En medio de este goce, pienso lo único que me falta es un café con un dulce, y me paro en una venta (Inn), donde conozco un personaje motero que me recomienda algunos sitios y me explica que me encuentro en un GeoParque donde puedo ver la historia geológica del mundo ¿¿??
Me tomo el café con pastas y salgo zumbando hacia Durness, donde me encontraría mi Nord Kapp particular, donde volveré pronto, para seguir conociendo este maravilloso pais.
Este es el camping de Durness, al borde del acantilado junto a unas playas de película.
Todavía me daría tiempo (a las 11 de la noche era de día), de visitar la bahía al oeste del pueblo y sus playas.
Me despierta la lluvia sobre la tienda. Es la primera noche que he tenido que cerrar el saco momia del todo, la noche ha sido fría.
Empiezo a recoger de forma rutinaria (bendita rutina de vagabundo motero), el saco, la alfombra inchable, me visto de moto y desayuno en la tienda.
Para de llover y aprovecho para desmontar la tienda y cargar la moto.
La ruta hacia el Sur desde Tongue hasta Lairg es de las más solitarias de las Highlands, son unos 70 Km en los que sólo cabe un coche de ancho. Vamos el sitio perfecto para tener un problema y que te coman los lobos. Cada 500 m. hay un ensanche con un cartel que pone “PASSING PLACE”, que debe querer decir “ESTO ES LO QUE HAY, ASÍ QUE AVIARSE PARA CRUZARSE CON OTRO Ó ADELANTAR”, que poder de síntesis tienen estos británicos…
La verdad es que no tuve ningún problema con los pocos con los que me crucé, ya que antes de que los viera ya se habían parado a esperarme.
El día estaba gris y lluvioso, y los paisajes parecían muy diferentes del soleado día anterior. A pesar de ser un terreno más estepario, había algunos lagos y montañas que rompían la monotonía del paisaje.
Llego a Inverness y la civilización me engulle de nuevo, con los atascos y semáforos. Decido empezar a volver, ya que el día no acompaña para hacer más turismo y cojo una nacional en dirección Perth, que cruza unos bosques acojonantes (Glenmore Forest Park).
En la carretera hay frecuentes zonas de doble carril que hacen fácil y seguro adelantar la cantidad de camiones que hay en esta ruta.
A partir de Perth, dirección Glasgow hacia el Sur por la Motorway M74 (casi todas las autopistas son gratis y de 3 carriles).
Llego al camping del último pueblo de Escocia antes de entrar en England y coincido con 2 italianos muy simpáticos con los que me fuí al pub del pueblo a beber cerveza.
Por la mañana enchufo por la M6-M40 y a circunvalar London esta vez por el Sur. En un pis-pas estoy en el tren donde coincido con un trailero inglés con su GS1200 camino de Polonia, 2 italianos de vuelta a casa y un inglés con una RR camino de Brno.
Qué agradable sensación volver a conducir por la derecha en Calais…
En Francia las motos pagan un 40% menos que los coches en los peajes, y muchos puentes de pago son gratis para las motos (alguno podría tomar nota por aquí…)
El tiempo es bueno y pego un tirón hasta Alençon, cerca de Le Mans, donde pernocto en el camping municipal, en el centro del pueblo.
Al día siguiente, otra jornada de enlace hasta Salamanca, y de ahí a Sevilla, donde llego con un calor espantoso. 7.000 Km en 9 días.
Con este relato pretendo compartir una experiencia muy enriquecedora personalmente y también demostrar que con una semana libre, una moto como la que muchos tenemos y unos 1.000€, se puede hacer un viaje por Europa en un radio de 3.000 Km desde casa:
3 días para ir, 3 ó 4 para conocer sitios sin prisas y otros 3 para volver.
Evidentemente, si en vez de camping y comida propia vas de hotel y restaurante el presupuesto se puede triplicar.
Hay un ferry desde Santander a Plymouth los Jueves y los Lunes, pero te obligan a coger camarote (400€).
Para ir con las mujeres, recomiendo tener dos semanas de vacaciones, para hacer los enlaces más suaves y quizás visitar más castillos y ciudades históricas, en fín otro tipo de viaje más civilizado.
Espero que os haya gustado y perdonadme si he pecado de vanidoso, pero ésta no me la podía callar para mí solito.
Mención especial par la máquina que me ha llevado y ha traído sin ningún problema y que me ha demostrado que es lo suficientemente cómoda, fiable, potente y con capacidad de carga como para dar la vuelta al mundo con ella.
Otra mención para el equipo fotográfico, que no es otro que mi móvil Nokia con una cámara de 2 Gb, y que he descubierto que es “Water Ressistant”.
Si quereis ver más fotos:
http://s200.photobucket.com/albums/aa150/Ousouye/Escocia07/
Fuerza y Honor.
Por fín salgo de viaje, después de mucho tiempo planeándolo, hacia un destino lejano, con mi querida Panadero, sin paquete y sin otros compañeros a los que tener que esperar, vigilar, ó a los que hacer que te esperen o se preocupen por mí cuando me da por perderme un rato sólo.
Curiosamente, llueve en Sevilla, espero que no sea una premonición de lo que me espera. La lluvia en la carretera nunca me ha gustado, pero al elegir Escocia como destino, tengo claro que me voy a hartar.
La ruta de la plata es casi todo autovía, con lo que a las 12,30 h. ya estoy en Salamanca. Una vez me desvío hacia Valladolid, Palencia, empiezo a tener hambre y me desvío a un pequeño pueblo, donde me paro en una tienda de ultramarinos: Bocata de melva, lata de coca-cola y sigo en ruta.
Me sorprendo de lo rápido que entro en Álava, de lo verde del paisaje del País Vasco y de las estupendas carreteras que hay para ir en moto.
A las 17,00 h. estoy en el camping de Zarautz, situado en una colina junto al pueblo, sobre los acantilados y con unas vistas espléndidas. Primera etapa terminada: 950 Km.
Monto la tienda, me ducho y me paso la tarde viendo a los parapentistas, a los pilotos en tierra volando los veleros y cometas, etc.
Cena en el bar del camping (muy animado) y a la piltra.
Después de recoger la tienda y guardar las cosas, emprendo la ruta. Cruzo la frontera y pongo rumbo norte por la autopista. Las Landas son un aburrimiento, una recta de 200 Km, pero lo peor venía después: atasco monumental cerca de Burdeos, estoy en reserva y no encuentro ningún area de servicio...
Por fín hay una, me desvío, hago una cola enorme para repostar y me encuentro con un surtidor en el que además de echarte tú la gasofa, tienes que pagar en él.
Me dice que mi tarjeta no vale... La otra tampoco, su p.m. Cambio de surtidor, otra cola...
Igual... me empiezo a poner nervioso ¿Que hago? No se puede pagar en efectivo.
Decido irme a un pueblo cercano, con las prisas y el mosqueo, dejo la cremallera de la bolsa sobredepósito abierta y en plena autopista, con 3 carriles a tope de coches a 100 Km/h, la tarjeta MasterCard del Santander sale volando.
Me dí cuenta por el rabillo del ojo, pero a pesar de que paré y la busqué, no la encontré.
Moraleja: Cuando una situación se pone chunga, hay muchas posibilidades de que empeore rápidamente. Hay que mantener la calma y dejar las prisas y los nervios aparte.
Con 370 Km en el trip, llego a una gasolinera de pueblo, anulo la tarjeta y me tomo un café olé tranquilo.
A partir de Niort, dirección Nantes, la autopista vacía. Llego al camping de St. Michel, monto la tienda y salgo a tomar algo al pub del pueblo, St. Marçan, donde charlo un rato con unos ingleses muy simpáticos.
2ª etapa terminada, según plan previsto: 814 Km.
3er día de viaje.
Salgo dirección los acantilados de Etretat, una visita rápida al pueblo y rumbo a Calais.
De cabeza al Eurotunel, una maravilla, sin bajarte de la moto compras el billete y en media hora estás al otro lado (100€ moto y persona). En barco es más barato (y más lento).
Salgo del tren y vuelta al caos de Burdeos, pero además conduciendo por la izquierda...
Autopista de 3 carriles hacia London, circunvalo por la S30 (London Orbital) y pongo rumbo norte, se me hace de noche y decido buscar camping antes de lo previsto, pongo a trabajar los POI´s que había cargado en el Garmin, pero nada, así que decido dormir en un hotel de pueblo en Thirsk (cerca de Leeds).
Me pego un baño para relajarme después de 1.090 Km.
Mañana empieza el viaje de verdad y termina este "pequeño" enlace.
DIA D + 4. EMPIEZA EL ESPECTÁCULO
Me levanto temprano, miro por la ventana y llueve tela...
Desayuno en el comedor y me visto con el traje de agua, preparado para la mojada.
Salgo del pueblo rumbo a Glasgow para buscar el lago Lomond, ya en Escocia.
La carretera que bordea el lago es estrecha, junto a una montaña y por el mismo borde del lago, entre nubes, las cataratas caen sobre la carretera, hay muchos vados que pasar en la misma carretera y el agua te cae por todos lados.
Los árboles tapan la carretera y a las 13,00 h parece casi de noche, ir enlazando curvas, adelantado coches por la derecha y vadeando ríos mientras los coches que cruzaban me empapaban más si cabe, supuso una experiencia única. En ciertos tramos el asfalto era rojo, y la lluvia hacía más espectacular y dramático el viaje.
Subo un pequeño puerto de montaña y en el collado, deja de llover y veo el Valle de Coe (Glen Coe) en toda su inmensidad, con una gama de colores alucinante. Flipo más.
En este valle de origen glaciar hay muchos caminos a izquierda y derecha para explorar ideales para una moto trail con tacos. Las vistas son impresionantes.
Llego a Fort William, me meto en un McDonalds y busco el camping del pueblo, a 2 millas. Se llama Glen Nevis, y era la guinda de día.
Monto la tienda (lloviendo) y observo que los niños juegan como si nada, así que me ducho y me voy de paseo con una hermosa tarde de fina lluvia lateral. Me acuerdo de Juampe y de la peli de Braveheart y no me puedo aguantar las ganas de llamarlo para compartir el momento.
Para colmo, a modo de regalo, para de llover y sale un hermoso arcoiris que me deja fuera de juego...
Me levanto temprano, me hago un colacao y me como un plumcake y unos cereales dentro de la tienda. Recojo y salgo para el lago Ness, sabiendo que era imposible superar lo del día anterior.
Bonita carretera hasta Inverness, pero con muchos autobuses de turistas y autocaravanas. Nada especial.
Me paro a comer en unas cataratas cerca de Garve, sin haber decidido si ir hacia la isla de Skye (que ya conozco) ó ir hacia el norte.
Como lo desconocido siempre me ha atraido, decido ir hacia el Norte, dirección Ullapool, que resultaría ser un tranquilo pueblo de marineros, muy bonito.
Lo mejor de este trayecto es la carretera, ancha, bien señalizada y lleeeeena de curvas rápidas con paisajes de cine. Unos 40 Km para flipar en plan deportivo, y sin apenas tráfico.
El trayecto desde Ullapool hasta Durness, en la costa Noroccidental de Escocia, es el viaje más bonito que he hecho en mi vida de motero. Se cruzan lagos, bahías, bosques, collados, puertos de montaña ... para repetirlo cada domingo...
Encima tengo la suerte de que el día cada vez está más despejado y la temperatura es ideal para ir en moto.
En medio de este goce, pienso lo único que me falta es un café con un dulce, y me paro en una venta (Inn), donde conozco un personaje motero que me recomienda algunos sitios y me explica que me encuentro en un GeoParque donde puedo ver la historia geológica del mundo ¿¿??
Me tomo el café con pastas y salgo zumbando hacia Durness, donde me encontraría mi Nord Kapp particular, donde volveré pronto, para seguir conociendo este maravilloso pais.
Este es el camping de Durness, al borde del acantilado junto a unas playas de película.
Todavía me daría tiempo (a las 11 de la noche era de día), de visitar la bahía al oeste del pueblo y sus playas.
Me despierta la lluvia sobre la tienda. Es la primera noche que he tenido que cerrar el saco momia del todo, la noche ha sido fría.
Empiezo a recoger de forma rutinaria (bendita rutina de vagabundo motero), el saco, la alfombra inchable, me visto de moto y desayuno en la tienda.
Para de llover y aprovecho para desmontar la tienda y cargar la moto.
La ruta hacia el Sur desde Tongue hasta Lairg es de las más solitarias de las Highlands, son unos 70 Km en los que sólo cabe un coche de ancho. Vamos el sitio perfecto para tener un problema y que te coman los lobos. Cada 500 m. hay un ensanche con un cartel que pone “PASSING PLACE”, que debe querer decir “ESTO ES LO QUE HAY, ASÍ QUE AVIARSE PARA CRUZARSE CON OTRO Ó ADELANTAR”, que poder de síntesis tienen estos británicos…
La verdad es que no tuve ningún problema con los pocos con los que me crucé, ya que antes de que los viera ya se habían parado a esperarme.
El día estaba gris y lluvioso, y los paisajes parecían muy diferentes del soleado día anterior. A pesar de ser un terreno más estepario, había algunos lagos y montañas que rompían la monotonía del paisaje.
Llego a Inverness y la civilización me engulle de nuevo, con los atascos y semáforos. Decido empezar a volver, ya que el día no acompaña para hacer más turismo y cojo una nacional en dirección Perth, que cruza unos bosques acojonantes (Glenmore Forest Park).
En la carretera hay frecuentes zonas de doble carril que hacen fácil y seguro adelantar la cantidad de camiones que hay en esta ruta.
A partir de Perth, dirección Glasgow hacia el Sur por la Motorway M74 (casi todas las autopistas son gratis y de 3 carriles).
Llego al camping del último pueblo de Escocia antes de entrar en England y coincido con 2 italianos muy simpáticos con los que me fuí al pub del pueblo a beber cerveza.
Por la mañana enchufo por la M6-M40 y a circunvalar London esta vez por el Sur. En un pis-pas estoy en el tren donde coincido con un trailero inglés con su GS1200 camino de Polonia, 2 italianos de vuelta a casa y un inglés con una RR camino de Brno.
Qué agradable sensación volver a conducir por la derecha en Calais…
En Francia las motos pagan un 40% menos que los coches en los peajes, y muchos puentes de pago son gratis para las motos (alguno podría tomar nota por aquí…)
El tiempo es bueno y pego un tirón hasta Alençon, cerca de Le Mans, donde pernocto en el camping municipal, en el centro del pueblo.
Al día siguiente, otra jornada de enlace hasta Salamanca, y de ahí a Sevilla, donde llego con un calor espantoso. 7.000 Km en 9 días.
Con este relato pretendo compartir una experiencia muy enriquecedora personalmente y también demostrar que con una semana libre, una moto como la que muchos tenemos y unos 1.000€, se puede hacer un viaje por Europa en un radio de 3.000 Km desde casa:
3 días para ir, 3 ó 4 para conocer sitios sin prisas y otros 3 para volver.
Evidentemente, si en vez de camping y comida propia vas de hotel y restaurante el presupuesto se puede triplicar.
Hay un ferry desde Santander a Plymouth los Jueves y los Lunes, pero te obligan a coger camarote (400€).
Para ir con las mujeres, recomiendo tener dos semanas de vacaciones, para hacer los enlaces más suaves y quizás visitar más castillos y ciudades históricas, en fín otro tipo de viaje más civilizado.
Espero que os haya gustado y perdonadme si he pecado de vanidoso, pero ésta no me la podía callar para mí solito.
Mención especial par la máquina que me ha llevado y ha traído sin ningún problema y que me ha demostrado que es lo suficientemente cómoda, fiable, potente y con capacidad de carga como para dar la vuelta al mundo con ella.
Otra mención para el equipo fotográfico, que no es otro que mi móvil Nokia con una cámara de 2 Gb, y que he descubierto que es “Water Ressistant”.
Si quereis ver más fotos:
http://s200.photobucket.com/albums/aa150/Ousouye/Escocia07/
Fuerza y Honor.
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